San Valentín, mi experiencia en el del Callejón del Beso




¿Conoces la leyenda del Callejón del Beso?


Hace dos fines de semana algunas amistades me contaron sobre Guanajuato. No es mucho lo que conozco la verdad. Así que, como buen curioso quise visitar la ciudad para conocer más. 


Entonces, Partí hacia Guanajuato con mucha emoción solo, desafortunadamente. Pues nadie me avisó que debía ir en pareja.


Me comentaban que su nombre se debe a que sus paredes son muy estrechas – ¡sí que son muy estrechas! – se puede apreciar como las paredes y balcones están a menos de un metro de distancia. Estaba super emocionado por estar ahí y poder imaginar cada detalle dentro de la historia de amor. Tuve el honor de hablar con el señor Don Paco quien se tomó unos minutos para relatarme una leyenda que a través de los años ha viajado de boca en boca.

Se trataba de una historia de amor la de Carmen y Don Carlos.



Sus calles realmente son estrechas, y guardan una curiosa historia de amor


Carmen era la hija única de un padre celoso, estricto, y violento que la mantenía alejada y aislada de la sociedad para que el amor de otro hombre no se la arrebatara de su lado.


Pero Carmen de vez en cuando se daba sus escapadas, y en una de ellas conoció a Carlos, un humilde minero, con el que se veía en una de las tantas iglesias de Guanajuato cerca de su casa. - Recuerdo esto y la piel se me pone de gallina -

Un día fue descubierta por su padre, quien sin pensarlo mucho la encerró y la amenazo con enviarla a un convento para después casarla con un rico y viejo noble Español, quien de paso haría un favor al padre pues este aumentaría su fortuna. Cuando me relataba esta parte sentía un poco de pena por la pobre Carmen y recordé a Romeo y Julieta. También me recordó a algo parecido que viví con una chica a la que ame desde el primer día en que la vi, a ella no la amenazaron por suerte, pero, si se la llevaron lejos…

En aquella época, la mayoría de las doncellas tenían como fiel sirviente a una dama de compañía. Carmen le pidió a su dama de compañía que le hiciera llegar una carta a Carlos donde le advertía sobre los planes de su padre.

Carlos, estuvo pensando sobre lo que tenía que hacer. Y fue entonces que se dio cuenta que una de las ventanas de la casa de Carmen daba a un angosto callejón. Este era tan estrecho que con tan solo asomarse y estirarse un poco bien podía tocar la pared de la casa de enfrente. Así que, si él lograba entrar a la casa de enfrente, podría hablar con su amada desde los balcones y así entre los dos poder encontrar una solución a su problema.

Una historia muy al estilo Romeo y Julieta


Preguntando y preguntando descubrió quién era el dueño de la casa y la compro. Encerrada y sin que su padre lo supiera Carmen y Carlos pasaban largas noches platicando desde los balcones. Hasta que un día el padre escucho muchos murmullos en la habitación y encontró a la pareja reunida. Enfurecido y con ira clavo una daga en el pecho de su hija. Ante los hechos Carlos dejo caer en las manos de su amada un tierno beso. Pocos días después, Carlos al no poder soportar vivir sin el amor de Carmen se lanzó desde el tipo principal de la Mina de la Valenciana.


Me comentaba el Don Paco, si una pareja visita este lugar y se da un beso justo en el tercer escalón desde este callejón, tendrá felicidad durante siete largos años. Pero quien no lo haga y pase por el lugar, tendrá siete años de muy, pero muy mala suerte. Ahora me pregunto si tendré años buenos o malos por andar de curioso.
¡Yo te diría que no dejes de visitarlo!
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