Ahorra energía, ahorra dinero
Ahorrar energía significa
reducir su consumo consiguiendo los mismos resultados que gastando más.
Disminuir el gasto de energía comporta muchos beneficios, ahorra dinero y
protege el medio ambiente.
¿Qué
podemos hacer para ahorrar energía?
Analiza tu consumo de energía
Para estar hablando
de ahorrar dinero no parece que lo más adecuado sea recomendar pagar a un
experto para que analice nuestra casa por si hay fugas o para que
compruebe el estado de los calentadores y aparatos eléctricos. Pero sí, es
un pequeño gasto adicional que apenas
nos llevará un par de horas y el auditor señalará las zonas de la casa en las
que se podría mejorar el ahorro de energía proponiendo soluciones. Toma en
consideración aspectos como el tamaño de tu hogar, el uso eléctrico en tu
rutina diaria, la zona donde vives y el clima durante las diversas estaciones
del año.
Aísla tu casa
Para
conseguir un consumo eficiente de la energía es importante que controles las
posibles fugas de aire que haya en ventanas, puertas e incluso alrededor de
extractores o conductos de ventilación. Busca aprovechar las corrientes de aire
en los momentos adecuados y en las zonas necesarias en tu casa.
Cambia a los focos de ahorro
Las
lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas de bajo
consumo o led. Claro, son más caras, pero se amortizan mucho antes de que termine su vida útil (entre 8.000
y 10.000 horas). Es uno de los cambios más sencillos que puedes hacer inmediatamente.
Pon cortinas y tapetes en
invierno
Tanto el
frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. Durante el
invierno, utilizar cortinas y tapetes para eliminar los puntos fríos, este
cambio puede suponer un ahorro de hasta un 25% en la factura de la calefacción.
Cuando
acaba el frío, puedes conseguir un importante ahorro en aire acondicionado y
uso de ventiladores manteniendo la casa fresca y protegida del sol echando
cortinas y persianas durante el día y abriéndolas cuando caiga el sol.
Desenchufa siempre que sea
posible
Apaga
todo aquello que consuma energía cuando no lo estés usando. No vas a desenchufar el refrigerador, está
claro, pero sí puedes hacerlo con la pantalla del ordenador o la televisión
cuando te vayas a dormir. En portátiles y otros dispositivos eléctricos,
utiliza el modo suspensión y ellos solos se apagarán por completo cuando
no los toques durante un rato.
Date duchas rápidas
Sí, el
chorro de agua caliente por la cabeza es relajante, pero no deberías tardar en
ducharte más de 7 minutos. Dejarte llevar por las sensaciones agradables y
tardar 20 minutos se puede traducir en cientos de pesos al año, así que, si lo ves
necesario para no tardar, empieza a cronometrar cuánto tardas.
Apaga las luces
Procura
hacer un recorrido por tu casa para asegurarte de que están apagadas todas las
luces que no sean necesarias y, por supuesto, siempre que salgas de una
habitación y se quede vacía, déjala a oscuras. La luz representa el 20% del
gasto en energía de la mayoría de los hogares, por lo que esta pequeña acción
se traducirá en un ahorro real en el transcurso de un año.
Lava con agua fría
Los
detergentes modernos están formulados para quitar la suciedad y las manchas
aceitosas de la ropa incluso en agua fría. Además, a estas temperaturas
cuidarás mejor los tejidos y los colores de las prendas aguantarán más tiempo.
Baja el calentador de agua
A menudo,
los fabricantes de calentadores establecen la temperatura media del agua en
unos 60 grados centígrados, que es lo suficientemente caliente como para que te
quemes, así como dañino para las tuberías. Baja la temperatura a unos 40 grados
y regúlala con agua fría, notarás como ahorras energía y dinero.
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