Adolf Loos

Nació en Diciembre de 1870 en Brunn, Viena perteneciendo al imperio Austrohúngaro. Estuvo desde su infancia influenciado por las ideas creativas de su padre, que ejercía el oficio de cantero y le enseño a trabajar y el valor de los materiales.

Cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios en Reichenberg, Boemia en 1888 y en la Politécnica de Dresden de 1890 a 1893.

En 1893 viajo a Estados Unidos para asistir a la Exposición Universal de Chicago y Nueva York, su viaje por Norte América lo financio con diversos trabajos desde lavaplatos hasta periodista y critico de arquitectura. En su regreso a Viena viaja a Londres y Paris dos destinos los cuales seguiría frecuentando, junto a ciudades tan importantes como Berlín, Hamburgo, Venecia, Milán, Praga y Budapest.

La vida en Londres y Norteamérica le fascino adoptando a esas dos sociedades como modelo a seguir para las ciudades modernas a las cuales ubica como el centro de la cultura occidental.

Fue un critico constante hacia la sociedad vienesa y austriaca la cual, según las teorías sociales evolucionistas de Herbert Spencer, a quien se dice fue una influencia para Loos. Diferencia entre la sociedad feudal y la moderna a las sociedades en estado de transición como Austria. Por lo tanto se mantenía una doble admiración por la vida opulenta por un lado y por la vida rural, pero en ambas siendo puntos críticos para Loos ya que era de ahí de donde se desprendían conflictos y temas como el ornamento y la imitación, que derivaron en su propuesta de la honestidad constructiva.

A pesar de su admiración hacia el creciente crecimiento Norte Americano y el progreso moderno, critica que el interés de estos es más sobre el tiempo de trabajo, la cantidad ejecutada y el dinero o ganancias obtenidas más no la calidad, y esto es lo que generaba la imitación de los mejores materiales y acabados,  pretendiendo aparentar la elegancia. Estas imitaciones las veía como un problema y falta de ética, que se generaban desde los procesos de manufactura, en cualquier rubro, pasando desde objetos de cocina, ropa y mobiliario hasta la arquitectura.

En su paso por Inglaterra observo la higiene y el buen vestir a lo cual decía que no era algo exclusivo de los reyes, y quienes quisieran tenían el derecho de ir bien vestidos, y recomendaba que ir bien vestido, es el llamar el mínimo de atención, en el centro de la cultura, Loos se considera como parte de la quintaesencia dandi, se vestía bien y libre de cosas innecesarias.

Fue conocido primero como escritor publicando artículos que aparecen en la nueva prensa de Viena. Se dedico a dar conferencias de temas que van desde como se debe vivir, como se debe desayunar correctamente y el pecado del uso de la sal, hasta como se debe decorar correctamente una casa.

En 1898, establece relación con el grupo La Sucesión Vienesa, publicando sus primeros artículos como “La ciudad de Potemkin” y “Nuestros jóvenes arquitectos”.

Gana el segundo lugar en el concurso convocado por el periódico Vienes “Der Architek” y a  partir de este momento Loos se convierte en un personaje clave en el panorama teórico del modernismo.

1899, Loos atacaría a la fundación de los Wiener Werkstatten, por sus diferencias teóricas,  en 1908 se realiza el VIII Congreso Internacional de Arquitectura y la primera exposición de arte, en el marco del congreso, Loos da una ponencia que titula “Ornamento y Delito” frente a los dos grupos el de la Sucesión de Viena y el de Wiener Werkstatten, originando un gran tumulto y escándalo llevando a la ruptura de la sucesión con los principales arquitectos de Viena. Loos intenta imponer artísticamente y ennoblecer estéticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana, anticipándose a los esfuerzos que años después llevaría acabo la Bauhaus.

En 1917 Loos se enroló como voluntario en el ejercito. Tras la caída de Austria, en 1918 colaboró con los trabajos de reconstrucción, y al lado de Karl Kraus, Arnold Schöberg entre otros, formularon las directrices para un arte oficial, propuestas y pautas que las autoridades encargadas de rehabilitar la cultura en los ámbitos de las artes plásticas.

Sus ideas sobre educación y protección del patimonio artístico, y las medidas preventivas contra la corrupción del arte y las normatividad para le protección de monumentos artísticos en las que señalaba como deber obligatorio del estado. Las promovió y se dio a la terea de descubrir artistas sin mas interés que el promover el arte, es conocida la ayuda que le otorgo al pintor Oscar Kokoschka al igual que apoyo a Schöberg, y del mismo modo  reconoció las cualidades pedagógicas de Johannes Itten, promoviendo su arte como fundamento de las lecciones de dibujo expuestas en las directrices.

Loos promovió una serie de exposiciones con diferentes creativos, En la exposición de la obra de Itten, presento a Itten con Walter Gropius, del cual también le intereso la pureza de su obra arquitectónica, convirtiéndose Loos en una influencia muy marcada para estos dos diseñadores. Reflejada años después en la Bauhaus.

En 1920 Loos fue nombrado arquitecto jefe de la oficina de urbanismo de Viena.

En 1922 Loos se exilia en París frecuenta a Le Corbusier y a Triztan Tzara, siendo el primer miembro extranjero del Salón d`automne, en donde expuso sus proyectos del Hotel Gran Babilion para la ciudad de Niza.

En 1926 presento sus conferencias en la universidad de la Sorbona que impactaron a los jóvenes arquitectos. Después de estas decide regresar a Viena. Sus últimas obras se destacan la Casa Müller en Viena  en 1928, la casa Müller de Praga  1929 y la casa Kuhner en payerbach, en 1930, en estas obras cada espacio interior posee unas dimensiones propias relacionadas con el carácter y el uso que se les dará. De manera que se crean células de altura diferentes interconectadas entre si, buscando la autonomía por uso del espacio, con una integración visual, a partir de 1932 Loos enfermo y fue postrado en una silla de ruedas y muere el 24 de agosto de 1933.